Es hijo del que también fue futbolista, Jesús “Cachucho” Neyra; se crio en el distritio de Pueblo Libre, estudió en el Colegio San Agustín de Lima hasta tercero de secundaria; año en el cual entró al club Alianza Lima, motivo por el cual se cambió al colegio “Los Reyes Rojos” en donde terminó la secundaria. Una vez graduado, empezó a estudiar Ciencias de la comunicación en la Universidad San Ignacio de Loyola, pero lo dejó para estudiar actuación con Bruno Odar y luego en el taller de Alberto Isola.
En el 2008, inició su carrera protagonizando la telenovela Grafitti al lado de Natalia Salas, encarnarnando a Alfonso, hijo de un militar retirado que llega a un barrio de clase media.
En el 2010, participó en el reality de baile El gran show, quedando en segundo lugar, por lo cual compitió con los demás finalistas de la segunda temporada en Los reyes del show, quedando en séptimo lugar.
Al siguiente año, es parte del elenco del musical Amor sin barreras (West Side Story), junto a Rossana Fernández-Maldonado, Marco Zunino, Joaquín de Orbegozo y Tati Alcántara.
En el 2011, se encuentra participando en el reality de baile El gran show, en su última temporada.
Junto a Leslie Shaw, Mia Mont y Marco Zunino, grabó el tema «Penas por alegrías», producido y compuesto por Ed Montoya. Este, es el himno de la trigésima Teletón peruana.
Jesús Neyra: De futbolista a galán de telenovelas
Su rol protagónico en la telenovela Grafitti ya lo hace saborear el éxito. A sus veinte años, Jesús Neyra, el hermano meno de la famosa Gianella, saltó de las canchas de fútbol a los estudios de grabación y se ha convertido en galán de telenovelas. En entrevista con Terra Perú, hace un repaso de su vida y sus proyectos inmediatos.
¿Tu más grande pasión es el fútbol o la actuación?
La actuación. Desde que la conocí se convirtió en mi mayor pasión.
¿Cómo te involucras en este mundo?
Fue una cosa bien extraña. Estudiaba en el colegio San Agustín, me metí a jugar a Alianza Lima y eso me llevó a Los Reyes Rojos. Ahí estudie el cuarto y quinto de secundaria y para despedir a la promoción siempre se estila realizar obras de teatro. Mis amigos me obligaron a participar en una obra y cuando entre dije ¡oh por Dios esto es una maravilla! Estudié con Bruno Odar, luego en el taller de Alberto Isola y fui dejando el fútbol poco a poco, ahora lo hago por hobbie.
¿Qué recuerdos de tu paso por Alianza Lima?
Tengo un montón de anécdotas. Para hacer este papel (se refiere al protagónico de Grafitti) me sirvió bastante Alianza Lima, pues es un equipo de barrio. Tengo un muy buen recuerdo, la pase muy bien, aprendí un montón de cosas, entrenadores, amigos en la selección, es un honor.
¿Reimond Manco llegó a ser a un gran amigo? ¿Se comunican?
Tengo amigos cercanos muy pocos. Los amigos cercanos son contaditos con los dedos. Reimond es mi pata como Aldo Corzo, como Adrián Zela, como todos, no hay una amistad mucho más allá de lo que fue Alianza. Eso sí, estamos conectados por el Messenger.
¿Es cierta la fama de Manco de soberbio y patán?
No creo, es un pata muy centrado humilde y no se le han subido los humos.
¿Te hubiese gustado jugar en la selección Sub 20?
Hace algunos días sentí un poco de nostalgia. En algún momento me preguntaba si llegaría a jugar en el Sudamericano de Venezuela, pero ahora estoy en otra etapa y no la quiero cambiar por nada.
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